Nacen puros, hambrientos de bonanzas,
Crecen desnudos de pan y de ternura,
Esclavizada carne en su figura
secos vientres, descalzas esperanzas…
Ceguera humana, siglos de tardanzas
Sin poner fin a esta sed oscura,
mitiga el sueño eterno la amargura
pero nunca se igualan las balanzas…
Fantasmas púrpuras en el orbe verde
hoy deambulan ya libres de impiedades,
pero el dolor errante no se pierde
¿habrá justicia donde no hay ciudades?…
o una sentencia exigirá que concuerde
sueño blanco y negras eternidades… Mahirimah
Este no lo había leído, claro, cómo no lo van a seleccionar...es fantástico. Merece ser premiado.
ResponderEliminarUn beso