domingo, 18 de diciembre de 2011




Exilio francés:






Después de una recorrida por el centro, decidió ponerse a desempacar las maletas de sus 22 años cargadas de expectativas, no había dentro ningún recuerdo, solo cientos de proyectos que aún no lograban ajustarse a los nuevos horarios…
 Desde el cobro de la herencia siempre había soñado con la posibilidad de huir a París, de andar sus calles buscando el argumento para aquel libro que tenía planeado publicar…Allí nada la detendría, no habría obstáculos… 
Decían que la cultura parisina flotaba en el aire con un suave perfume de impertinencia… Ahora se encontraba dentro de la esencia misma de la intelectualidad, y esa “bohemia” aún se podía respirar en la ciudad luz, por ello antes de entrar a una librería o un café, pensaba que allí estuvieron algunos de los más grandes escritores de todos los tiempos … Moliere, Cortázar, Víctor Hugo y muchos otros… Estos pensamientos sumados a la comodidad de ese apartamento rentado de antemano, la sumían en un estado de ensoñación, sentía ser ya una autora popular, célebre, se veía a sí misma triunfante paseando por los campos Elíseos hacia la Plaza de la Concordia…parada justo debajo del Arco de Triunfo…o Inspirándose en el bateaux mouche por el Sena para su próxima y famosa publicación…
 Pero con el correr del tiempo, la realidad la hizo presa del miedo, los días pasaban unos tras otros y no lograba redactar más de dos o tres horribles páginas sin ningún sentido, que terminarían indefectiblemente en la basura. Por las noches caía en una extraña depresión, no lograba identificar si era bronca, mal humor, temor, impotencia…para conseguir dormir tomaba un buen Chardonnay, pero si no era suficiente habría en su botiquín algún relajante que la estimulara al sueño. 
 Habían transcurrido ya ocho meses cuando recibió desde Buenos Aires una postal, se la enviaba su mejor amiga Gloria, mientras la leía pudo oler el mate engauchecido, saborear el tango aguapeado, palpar una 9 de Julio con melodía de obelisco… sintió un riachuelo de nostalgias corriendo por sus venas…la acompaño entre lágrimas el vino hasta entrada la madrugada.
 Salvo unos cuantos locos amigos, una decepción amorosa al mejor estilo francés, y el recuerdo de vagos paseos lluviosos por la Plaza Charles de Gaulle, nada le impedía el regreso…embaló las remembranzas y partió…
 Dos meses más tarde salía a la venta una exitosa edición del libro “Buenos Aires, Mi París” por Laura Deluxe…








ALMAZUL

No hay comentarios:

Publicar un comentario